La cercanía del mes de mayo nos hace mantener la mirada hacia el empleo, la política laboral, la inversión en las áreas de producción y servicios, en los reclamos de los trabajadores y, sobre todo, en la capacidad creativa de oportunidades de trabajo, tan débil en nuestro país. El clamor que se escuchará en las calles es la queja masiva diaria de personas sin trabajo, particularmente de jóvenes que, con ilusión y esperanza, desean ingresar en el mundo laboral.
Desde la derogación de la Ley del Empleo por Hora no se ha logrado pasar del discurso vacío y las propuestas mediatizadas, para evidenciar que resulta mucho fácil destruir de un plumazo que generar impulsos creativos para el bienestar de las mayorías. Pese al reclamo y la necesidad innegable, ni siquiera en temporada de gran demanda laboral se pudo llevar a miles de hogares el ingreso proveniente del trabajo.
Desde hace unos meses, la crisis del camarón ha sumado a miles de familias en el sur en el desempleo por las dificultades en el mercado de Taiwán, excelente cliente, y en México, donde se han cerrado las puertas dizque porque las exportaciones al país azteca facilitaban el ingreso de producto no hondureño. Con un “esperamos que la crisis del camarón se resuelva pronto” siguen las pláticas, pero el daño en las camaroneras ya es visible, pues ha dejado a miles de trabajadores en la calle.
Ya hay fecha cercana para una reunión en la que negociar, pero mientras llega la solución, el desempleo, sinónimo de pobreza, se incrementa en la zona sur. Resulta irónico que al más alto nivel del país azteca se hable de ayudar la masiva corriente y contribuir, responsabilidad compartida, a disminuir el éxodo de países como Honduras. Obstruir las exportaciones al cerrar mercado a un producto con necesitada masiva mano de obra es la otra cara del discurso demagógico en ayuda a los países vecinos. En la Capital Industrial del país se han venido realizando ferias de empleo, con una amplia oferta en la empresa privada, que levanta el ánimo y la confianza de los jóvenes, aunque no son tantas las oportunidades, como evidencia la demanda. La Cámara de Comercio e Industrias de Cortés prepara una jornada para la que ya se han inscrito más de 90 empresas con el fin de presentar unas mil oportunidades laborales. Es un grano en la gran necesidad de trabajar, que, aunque no alcance a todos, numerosos jóvenes podrán continuar estudiando con el respaldo de un salario que favorecerá también la economía familiar. La mesa de competitividad anunciada por el Consejo Hondureño de la Empresa Privada debe impulsar la prioridad del empleo, recuperando la confianza y credibilidad en la inversión en las áreas productivas y de servicio.
